Las costas de Santa Úrsula en Tenerife son el enclave donde pueden confluir todos los gustos.
Cualquier lugar es bueno para vivir siempre y cuando seamos felices en él. Muchos son los que prefieren soledad y fuertes sensaciones y otros se sienten dichosos de vivir en las grandes urbes contaminadas y escandalosas. Pero vivir frente al mar es una cuestión a parte ya que arropados por las montañas y con el horizonte como espejo cualquier ser humano podría construir su felicidad con solo desearlo.Ana Valentín.
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