" Cuando todo se oscurece ante nuestros ojos nos sentimos inseguros. Aquello que hemos visto siempre y que hemos creído se volatiliza y todo lo que amamos y queremos nos decepciona. ¡Cuán hipócrita es el ser humano por cuestionarse pequeñeces que no nos llevan a nada. Nadie es más consciente que unos mismo cuando está tranquilo, satisfecho de su labor. Buscar flecos a los actos de buena voluntad de los demás para después vanagloriarse en detrimento de esos actos o actuaciones de buena voluntad de aquellos más cercanos a nosotros es el primer paso para que ese hilo de conexión se rompa definitivamente. Deshaciendo todo ese entramado de la amistad que se ha ido fraguando a lo largo del tiempo y que muerde las relaciones más estrechas. A veces tendríamos que mordernos la legua varias veces porque una palabra a destiempo es como un cuchillo y la intención con la que la decimos una ruptura inevitable. Claro que siempre está el perdón, pero en el que jamás estará incluida la palabra olvido. Ana Valentín.
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