Córdoba es una bella ciudad. Ni grande ni chica, pero muy bella. En ella se dan cita el arte, la religión, el sabor y el aire. Si, digo el aire porque Córdoba tiene un aire muy especial. el que producen las flores de sus patios. Mayo es el mes de las flores y como tal la ciudad se viste de fiesta. Durante todo el año los habitantes de esos patios ciudad con esmero y ciencia los ramos que cubren sus paredes.
¿Cómo nacen los patios de Córdoba? Debido a la climatología seca y calurosa de la ciudad sus habitantes, primero los romanos y después los musulmanes adaptaron la tipología de sus casas populares a las necesidades, centrando la vivienda entorno a un patio que normalmente tenía una fuente en el centro. En muchas ocasiones había también un pozo en el cual se recogía el agua de la lluvia, permaneciendo así la casa refrescada durante todo el tiempo.
Pero también Córdoba es poesía, luz y sentimiento. Las letra españolas siempre han tenido una palabra para ensalzar su belleza. Quiero brindar este poema de Federico García Lorca a la rosa, principal flor de los patios de Córdoba.
La rosa
no buscaba la aurora;
Casi eterna en su ramo
buscaba otra rosa.
La rosa
no buscaba ni ciencia ni sombra;
Confín de cama y de sueño
buscaba otra rosa.
La rosa
no buscaba la rosa;
Inmóvil por el cielo
¡buscaba otra rosa!
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