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viernes, 10 de octubre de 2014

EL FANTASMA DEL RÍO ÉBOLA


Nunca habíamos oído hablar tanto de un río pequeño de África, afluente del río Mongala en el Congo. En el siglo XXI los inframundos parecen no ser responsabilidad de nadie y solo nos interesamos por ellos cunado planeamos algunas vacaciones o queremos escribir un libro. Nada más lejos de ser consciente de que en el planeta Tierra vivimos muchas más personas, que existen más continentes a parte del nuestro y que para todos la vida debería tener el mismo valor. En el año 1976 comenzaba a escribirse la historia del fantasma del río Ébola por la aparición de un virus que recibía precisamente ese nombre por nacer en él. La sociedad mundial está manteniendo hoy en día un pulso contra la naturaleza ya que se ha visto amenazada con dicha enfermedad. Esos otros mundos que vemos tan lejanos a nosotros nos han hecho volver la mirada hacia ellos ante la confusión, el miedo y la impotencia para hacer frente a dicho científico. Es hora de despertar las conciencias y de darse cuenta que por muy lejanos que veamos algo y pensemos que no nos afectará, jamás estaremos preparados para afrontarlo. El mundo debe doblar la rodilla y no creer siempre en su fuerza. Que algo tan pequeño pueda hacer temblar al mundo es lo que deberíamos pensar. En la vida y en el progreso no hay nada escrito. Ana Valentín. 

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