Octubre el mes de la luz dorada, de las noches frescas, de la berrea de los ciervos rojos en el Parque Natural de los Alcorconales. Octubre, mes de pasear y también contemplar tras los cristales como el día decrece. En sus largas tardeas afloran recuedos que reposan en los rincones de patios y jardines. La piedra que lo reprenta es el ópalo con sus vetas azules como el cielo de sus mañanas. Octubre, donde mi voz se acurruca para no entorpecer el milagro de la vida, del encuentro, de los sueños por realizar. Mes de despojarse de todo lo que ya no nos sirve, igual que las hojas de los árboles. Ana Valentín
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