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domingo, 15 de febrero de 2009

PEQUEÑAS COSAS COMUNES

Canyon Antelope. USA.


El trabajo ayuda siempre, puesto que trabajar no es realizar lo que uno imaginaba, sino descubrir lo que uno tiene dentro.

Lo que un hombre piensa de sí mismo es lo que determina su destino.

Nadie puede hacernos sentir inferiores sin nuestro consentimiento.

Sea lo que sea lo que pienses, es mejor decirlo con buenas palabras.

El perdón es la serenidad de la mente.

Los que hacen vivir son aquellos que ofrecen su vida, no los que se la quitan a los demás.

Cuando juzgamos a una mujer no pensamos suficientemente en lo difícil que es ser mujer.

Para el amor, el mal nunca es cierto.

He aprendido que un hombre solo tiene derecho de mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse.

Yo me quiero cuando soy yo mismo.

El amor me muestra el lugar donde todas las mentes y las esencias se unen.

Amor es amor. No luches por él. ¡Vívelo! Yo amo porque amo.

El mal existe en parte, pero en el todo hay percepción.

La desarmonía es el producto de una visión estrecha.

En la conducta de la vida diaria no hay virtud que sea más requerida, no solo para alcanzar el éxito, sino para evitar los más fatales accidentes y desengaños; la discreción.

El mayor regalo que podemos darle a una persona es nuestra atención íntegra.

El bien hay que promoverlo, porque no cae de un cocotero.

Es mejor ser optimista y no tener razón, que ser pesimista y tenerla.

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