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jueves, 15 de enero de 2009

PEQUEÑAS COSAS COMUNES

Orquídeas
Acéptate a ti mismo, tu creador se deleitó en la sencilla idea de tu ser antes de que existieras.
Estás en constante devenir. Aprecia todo lo que has sido, lo que eres y lo que serás.

Deja ya de intentar ser perfecto. Tú posees lo que necesitas para llegar a ser lo que tú supones que debes ser.

Acepta tu humanidad, te está permitido tropezar.

Hazte amigo de tu enojo, escúchalo pues tiene mucho que enseñarte.

Cuando te parezca que el mal está venciendo al bien, recuerda que la creación no está terminada.

Confía en el futuro. ¿Cuántas veces has visto que el bien surgiera de la tragedia y una nueva vida brotara de la muerte?

En el silencio podrás oír el murmullo del infinito.

Sumérgete en la naturaleza cuando no puedas estar fuera de ti. Siente profundamente dentro la suavidad de la brisa, la calma del lago, la promesa del capullo en flor.

Si intentas apoderarte de la felicidad, ésta huirá. Permanece tranquilo y unido a la vida. La felicidad vendrá a buscarte.

Durante el escaso tiempo que somos no somos nada.

El miedo es natural en el prudente, saberlo vencer es del valiente.

El mundo está lleno de sufrimiento, pero también existen infinidad de maneras de superarlo.

Sólo cuando nuestros corazones están vacíos tendemos a atesorar cosas.

El verdadero trabajo es el que se dispone hacer el hombre, no es que quedó atrás.

Puedes olvidar a aquel con quien has reído, pero no aquel con quien has llorado.





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