TRADUCIR ESTA PÁGINA

Inicio

martes, 23 de diciembre de 2008

MI POEMA



VOLVER A GRANADA

Amanece despacio tras las cortinas.Los valles se van despertando y el silencio se escucha a través del río que recorre, con elegancia, el paisaje. Se va perdiendo tras los árboles. Porlvorientos senderos que serpentean y que van tamizando las extensas llanuras. Pálida luz envuelta en humo que se desliza por la pequeñas calles donde, algún balcón mece a la brisa sus flores. Contemplar toda esa belleza es, recrearse en el más bello lienzo de la naturaleza.. En olor a su vida va penetrando en nosotros, haciendonos sentir, muy cerca, los latídos de un corazón moruno.


Encendía su antorcha
y, la oscuridad se marchó,
a la luz de un tibio fuego
una hoguera se prendió.
Piedras rojas y cenizas
recorriendo el negro cerco,
salpicando entre la tierra
y dando luz en el cielo.
El humo que de tí sale
vuela alto y, hasta muy lejos,
en la mirada su amo
en la noche va imponiendo.
Los búhos sobre las ramas
miran todo con recelo,
los caballos que allí duermen
sin relinchos y en silencio,
se sienten tras las montañas
con el eco y el desvelo.
La antorcha que sigue ardiendo
entre risas y gracejos,
el embrujo de ésta noche
pone en marcha todo el cuerpo,
y el cielo nos cubre a todos
co un gran manto de estrellas,
y la luna se sonríe
cómplice de todas ellas.
Blanca cola de tu encaje
que va tiñendo la tierra,
en esta noche encantada,
baila al son de nuestro cante
hasta entrar la madrugada.
Desde lo alto del monte
veo despuntar el alba,
en mi cabeza las nubes
y en mis pies está Granada.
**********

Las torres de la Alhambra
me descubren su mirada
y el duende de sus jardíes
se esconde tras las murallas.
Campanas tocad despacio
para inundar la mañana,
el agua canta en silencio
por el jardín de Granada.
Duerme el moro y la doncella
en el despuntar del alba,
¡despertad, jardines, fuentes!
que ya regreso a Granada,
quiero sentir en mi piel
el frescor de tus mañanas,
el embrujo de tus calles
y el beso de tu mirada.
El cuerpo se me estremece
cuando estoy frente a la Alhambra,
siento a la luna bajar
y desplegar su gran capa,
para que pueda subir
a contemplar a Granada.
No me resisto a perder
tu olor o tu risa blanca,
el moro que a mí me vió
entrar un día en la Alhambra,
mi corazón hechizó
cautivando mi mirada.
Noches de luna y estrellas
noches de brisa perfumada,
siento latir en mi pecho,
al corazón de Granada,
el color que a tí te cubre
se confunde con el alba.
Poema escrito en agosto de 1.976. Luego volvería a Granada en el año 2.000


Ana Valentín

No hay comentarios: