Hace unos días se celebró la festividad del Corpus Christi en la villa de la Orotava. Como cada año los alfombrista pusieron todo su empeño en realizar esos maravillosos tapices que a pie de calle atraen a numerosos visitante. Flores de todos los colores adornan la empinadas calles de la villa y cada barrio hace de esa ilusión un motivo más para enaltecer dicha festividad. La plaza del ayuntamiento es el reclamo de todas las miradas ya que el tapiz tiene unas dimensiones enormes y siempre lleva un motivo trascendental en la historia de la humanidad. Este año estaba dedicado a las puertas del cielo y sorprendió como de costumbres a los visitantes. Confeccionado con arenas coloreadas de las Cañadas del Teide fue un éxito.
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