De lila intenso se visten las ramblas y paseos de Santa Cruz de Tenerife con el despertar de los árboles.
Mientras el sol declina frente a la costa de Martiánez haciéndonos un guiño y compartiendo con nosotros el esplendor de el último ocaso de abril.
El regreso se hace nostalgia y en el cielo ya se escriben nuevas historias, nuevos despertares, nuevos sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario