Frías noches y helados amaneceres envuelven a la isla de Tenerife. El Teide lo contempla todo con su manta blanca y tras la puesta de sol el cielo descorrerá su amplio satén salpicado de estrellas. ¡Vale la pena pasar un poquito de frío y cubrirte con ese halo del firmamento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario