Sin límites de edad y con todas las ganas del mundo Mueca abre su mundo por las calles del Puerto de la Cruz.
En distintos rincones de la ciudad turística grupos de personas se mezclan con el vibrar de la música, con el juego de los niños, con los talleres y con ese arte que vislumbra a la vez que contagia porque es una forma de hacer a pie, al borde de calle y sin demasiados instrumentos. Para crear solo tenemos que creer en esa magia que fluye de cada uno haciéndola contagiosa y colorida. Muy a mi pesar también quiero añadir mi comentario particular; "Mueca", el festival está muy solo. Hace falta más entusiasmo por parte de las administraciones, por parte de esos colectivos en defensa de la cultura de calle y sobre todo una mayor difusión y un poco más de mimo a la hora de publicitar esos tres días en los que un grupo de amantes del arte se vuelcan con el pueblo. Mucho mayor sería el eco a nivel nacional e internacional, pero eso va con los organizadores y a veces esa gente es la única responsable de que ese espectáculo vaya cada vez a menos. ¡Qué lástima, con lo poco que tenemos y aún no nos damos cuenta de ello!
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