Creemos que la eternidad es algo mucho más allá de nosotros. No la vemos y por tanto apenas creemos en ella, pero existe. De forma insustancial pero viva nos preside en cada momento de nuestra existencia sin hacernos apenas ruido. Esa luz que está ahí y que nos descubre la realidad de lo existente y de lo no existente en un entramado de todos y de sonidos. Sumergirse en su magia es adelantarnos a nuestros pasos pero ¿tal vez lo hagamos de un modo inconsciente? La trascendental belleza de su mensaje es la llave que no puede abrir la verdadera razón de nuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario