Marzo, su nombre deriva del latín, dios romano de la guerra. Pero el mes de marza va mucho más allá de todo esto. Es el comienzo, la renovación. Abrir los ojos a la luz, a la vida. Como su flor es el narciso personaliza ese reencuentro del hombre con sus orígenes más puros, con la virginidad y con la belleza. Su piedra es el agua marina que simboliza la esperanza, la felicidad y el coraje. Pero sin lugar a dudas el mes de marzo nos hace encontrarnos con el mundo de los sueños, con esas sensaciones única que desde la pureza de sus inicios nos transportan a lugares de ensueño.
LOS SUEÑOS
El hada más hermosa ha sonreído
al ver la lumbre de una estrella pálida
que en hilo suave, blanco y silencioso
se enrosca al uso de rutina hermana.
Y vuelve a sonreír porque en su rueca
el hilo de los campos se enmaraña.
Tras la tenue cortina de la alcoba
está el jardín envuelto en luz dorada.
La cuna, casi en sombra. El niño duerme.
Dos hadas laboriosas lo acompañan
hilando de los sueños los sutiles
copos en ruecas de marfil y plata.
Antonio Machado
No hay comentarios:
Publicar un comentario