Por mucho que nos empeñemos el tiempo no se puede parar. Un daño producido no se cura del todo y volver la vista atrás no es posible, solamente para recordar y aprender de nuestros errores. Grata noticia con la que nos despertábamos hoy al leer de la existencia del pueblo de Remondo, en Segovia, España. Uno de esos lugares perdidos que solo descubrimos cuando viajamos por el país y por carretera. Siempre encontramos ese legar que nos acoge y nos conforta en un descanso. Ahí, en ese sitio al que la mayoría no hemos oído hablar jamás no hay tasa de paro. Por supuesto su alcaldesa es una mujer y toda la corporación municipal son mujeres también. ¿Cómo es posible? Mientras los varones de los distintos partidos políticos se pelean hoy por un escaño en el Congreso nos tupen a mentiras sobre el mercado laboral. Ya sabemos que el mercado laboral en España dicta de ser perfecto. Masiva destrucción de empleo en las recesiones y conservación de enormes bolsas de trabajo que jamás se consumen. Eso sí, el trabajo temporal y precario es el que reivindica según nuestros mandatarios que todo va bien y que estamos creando riquezas. No nos engañemos. Canarias es una de la provincias españolas donde existe más desempleo y la economía sumergida es la que está dando oxígeno al mercado laboral. Preocupante. Si queremos mejorar el mercado laboral no debemos mirar atrás porque el tiempo pasa y la sociedad cambia. Y con ella sus valores y también sus necesidades. Liberar el mercado y generar empleo son las bases. Y si no, demos un paseo por el pueblo de Remondo en Segovia y aprendamos por una vez, que ser mujer no significa no saber gobernar.
Fachada del Ayuntamiento y el Centro de Mayores, uno de los pueblos que dan ejemplo a España.
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