Los patios y jardines de la ciudad de La Laguna toman un color distinto cuando a sus puertas ya tocan los sones de un otoño incipiente. Cercano está el bullicio de sus fiestas más importantes, la del Cristo de La Laguna que un año más ha recorrido sus calles y la música y los espectáculos inundan cada noche su enorme plaza. Llega el otoño y con el hay que preparar el retorno a nuevos proyectos y dibujar nuevas ilusiones. En sus patios y jardines reina la paz pero el ir i venir de sus gentes hace una vez a la "Ciudad de los Adelantados" en única. Paseando por sus calles recuerdo algunas frases:
"Se es libre para hacer lo que se quiere, lo que no es válido es que otras personas sufran por lo que haces"
"El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es"
"Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar"
"Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos"
"Y si protesta el corazón en las farmacias puedes preguntar ¿tienes pastillas para soñar?
"La tristeza es la calma para reflexionar"
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