En el verano suelen suceder cosas que a veces parecen increíble. Nos encontramos una sirena plateada contemplando las mesas de un restaurante a la hora de comer. Tal vez quiera probar nuestros menús y cautivar con su presencia a cuantos como nosotras, nos dimos cuenta de su presencia. Tras los cristales se deja ver y tras ella el azul mar del sur de la isla de Gran Canaria.
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