jueves, 16 de junio de 2016
EN LA CAVIDAD DE UNA OLA
Con la imagen de la escultura de la ola en el puerto de Dresde realizada por el pintor Ukiyo-e Katsushia en sus estampas japonesas encabezo este poema:
Mayo acontece
entre las manos del sol,
cuando las nubes se abren
y las gárgolas del tiempo
subyugan con su fulgor,
tejiendo estelas de luna
y arpegios de un mismo son.
Levanto mis brazos,
intento atrapar la brisa con mi vestido
en un paisaje pueril de mis recuerdos,
enarbolando a mil y uno mis latidos,
y en el cuenco vacío de esa ola
creo un manto de sal entre zafiros.
Festoneo algún lucero con mi risa
cuando el sol cae despacio en la ensenada
y mis manos atrapadas por el viento
dejan pétalos de flor sobre mi almohada.
Soslayando el fino trazo de tu esencia
una alpispa rubricó,
otra aurora que naciendo desde ti
describía líneas blancas de mi infancia,
provocando sinuosamente
una perpetua luna de miel con mis sentidos.
Ana Valentín, mayo 2016
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