Pasear por el puerto de una gran ciudad es estrenar un sueño cada vez. Cuantas veces no nos hemos puesto a contemplar los barcos que vienen y van y con ellos hacemos volar nuestra imaginación. Un puerto marítimo siempre es un reclamo para confesarnos con nosotros y también para reinventar historias. ¡Todo un reto señores! Ana Valentín
No hay comentarios:
Publicar un comentario