Desde su entrada hasta adentrarse en el parque todos sus rincones tiene algo especial que cautiva al visitante. Paseos a caballo, senderos hasta alcanzar las zonas más altas y contemplar "Los Órganos", montaña recortada o simplemente sentarse a degustar buena comida en su restaurante.
En sus senderos nos podemos encontrar árboles de todas las clases, pinos, eucaliptos y el verdor del musgo que, por la altura existente en el parque nos acompaña en casi todo el paseo.
Algunas zonas están habilitadas para compartir mesa con el medio ambiente y recrear una comida en familia. El Parque de la Caldera se encuentra a escasos metros de la piscifactoría de la localidad norteña de Aguamansa, en Tenerife. Un lugar para visitar y casi seguro para repetir.Ana Valentín.
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