Las castañeras nos anuncian que el frío se acerca. Las plazas y las avenidas de las ciudades se inundan con su humo y su olor. Personas dedicadas las oficio de asar o cocer las castañas. Envueltas en un cucurucho de papel nos las ponían en las manos y sentiamos su calor intenso. Luegos nos sentábamos en un banco para saborearlas. El origen de las castañeras data del siglo XVIIIy hasta principios del siglo XIX se mantuvo a la altura de la gran reputación que supo adquirir. El capricho de probar esas castañas calientes nos conducen al inminente invierno. Ana Valentín.
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