Aunque la sociedad parece haber olvidado todo somos parte de la naturaleza y en ella construímos estímulos para los sentídos, inspiración para la mente y sosiego para el espíritu. La creencia ilusoria de que el ser humano domina el mundo con independecia y por encima de las fuerzas de la vida es la mayor ofensa de orgullo y arrogancia. Dicha soberbia por parte del hombre es la principal causa de su desventura.
Para invertir esta funesta tendencia necesitamos recuperar el vínculo innato y ancestral con la tierra, tanto individual como colectivamente. La carencia de Vitamina N podría ser la causa de numerosas enfermedades, tanto físicas como psíquicas en el año 2020. El contacto con la naturaleza debería ser reconocido por los tratados internacionales como un derecho fundamental de las personas. La obsesión por la seguridad está haciendo al hombre vulnerable ante cualquier circunstancia que se le presente. Aceptar la naturaleza como un talismán para nuestra protección sería el paso para lograr una calidad de vida más estable y sana. Ana Valentín.
|
miércoles, 31 de julio de 2013
CARENCIA DE VITAMINA "NATURALEZA"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario