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viernes, 7 de junio de 2013

ANTÍDOTO CONTRA LA TRISTEZA, LOS ABRAZOS


Hasta el siglo XX algunos  niños de los orfanatos morían antes de cumplir  en primer año de vida. Un comportamiento distante juega un papel clave en el crecimiento interior de los individuos. Los seres humanos necesitamos tocar y ser tocados. El contacto piel con piel es curativo. Necesitamos recibir abrazos y caricias para sobrevivir, sobre todo en los primeros años de vida. Ante la ausencia de contacto físico millones de neuronas  mueren en los cerebros. Pero además con el tiempo no se produce la suficiente hormona del crecimiento emocional llegando a convertirse en un problema psicológico (enanismo emocional) A medida que crecemos la importancia del contacto aumenta y cuando otras personas nos abrazan o tocan aumentas los niveles saguíneos de oxitocina, apodada "la hormona del amor"Ana Valentín.

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