Ser flexibles nos ayuda adaptarnos a los cambios, a ser creativos y a empatizar con los demás. Pero, sobre todo, la flexibilidad nos brinda la audacia necesaria para buscar otras maneras de ser felices.
Nuestra cabeza es redonda para permitir a los pensamientos cambiar de dirección.
Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron las preguntas.
Si quieres cambiar el mundo cámbiate a tí mismo.
Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio descansa nuestra capacidad de elegir la respuesta. Y, en esa respuesta, se sienta nuestra libertad y nuestro crecimiento.
Nuestra percepción actual es solo una de las cosas, y cuantas más perspectivas investiguemos mejor será nuestra comprensión.
La vida es extraña, tantas cosas ocurren inesperadamente; la mera existencia no resolverá ningún problema. Uno necesita tener infinita flexibilidad y un corazón sencillo.
Cuando nos apegamos a algo, congelamos nuestro deseo, lo alejamos de esa fluidez y esa flexibilidad infinitas y lo encerramos dentro de un rígido marco que obstaculiza el proceso total de la creación.
El cambio es la única cosa inmutable.
La vida es una marioneta del tiempo en la medida en que cambia a cada instante, cambia el mundo interior y el exterior de forma que no somos los mismos dos instantes seguidos.
El amor no solo debe ser una llama sino también una luz
No intentes nunca hacer más de lo que puedas hacer con paz y felicidad.
Para aceptar los elogios es necesario conocer y reconocer nuestras virtudes.
En la capacidad tanto de aceptar las críticas como los halagos se manifiesta la seguridad personal
Para amar hay que saber perder.
Quien tiene miedo a perderse solo ama esa parte suya que teme perder.
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