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domingo, 26 de febrero de 2012

Namasté: Bienvenidas a la India (III)


CANARIAS EN EL SIGLO XXI reproduce hoy la tercera entrega del reportaje "Namasté: Bienvenidas a la India", de su editora Ana Valentín, y que está dedicado a la región de Agra.
Agra, campos de mostaza y pequeñas montañas

El camino es largo entre campos de montaña y pequeñas montañas.  El amarillo de sus flores bordea la carretera pero nos permite contemplar escenas cotidianas. Mujeres en plena faena del campo, niños al salir de la escuela, pequeño mercados donde las gentes se aprovisionan. Agra nos espera. Un lugar por excelencia. Con sus calles y palacios de la dinastía moghul extraordinarios. Bellezas detenidas en el tiempo. Las blancas pinceladas de mármol configuran una arquitectura extremadamente maravillosa.  Diseño, pasión amor, recuerdo son los símbolos de éstas creaciones que aún hoy están de máxima actualidad.  Un legado a la Humanidad que no conoce fronteras, razas ni religiones.  Entrañables rincones en los que solo, si te encuentras con ellos y llevas tu corazón abierto a ese descubrir, puedes quedar saciado de sensaciones maravillosas e inalterables. Las pinceladas de esos momentos tejen nuestra estancia en esa ciudad sumergida en la pobreza más grande, entre palacios de arenisca roja de dinastías y marajás y donde la vida vibra en sus calles. Entre basura, gentes, coches y todos los hijos de la India. Junto al río Yamuna el agua estaba tranquila y aquel atardecer najo la niebla  como todo, en la India es diferente.
Agra comprende una superficie 188,40 kilómetros y 1,6 millones de habitantes aproximadamente. Es el tercer vértice del triángulo de oro junto con Delhi y Jaipur y el más visitado por el monumento simbólico de la India, el Taj Mahal. A la orilla derecha del Yamuna, a parte del célebre mausoleo la ciudad que fue capital del imperio moghul posee una extraordinaria riqueza artística Tras cuatro horas de viaje entramos en la ciudad por excelencia de nuestro viaje. Hemos dejado atrás más campos amarillos de mostaza y pequeñas montañas, más caseríos, aldeas, gentes, camiones. Antes de entrar en Agra paramos en el Pueblo Fantasma. Un palacio y fortaleza moghul de extraordinaria belleza arquitectónica. Con jardines verdes y estancias impresionantes. Un remanso de paz antes de entrar en la ciudad.
La otra cara de la moneda de este destino turístico es la agresividad proverbial que observamos entre los conductores de los rickshaw.  La ciudad de Agra podía visitarse en un solo día, pero lo importante es hacer una primera toma de contacto con la misma un día antes. Así pudimos conocer a Papu, un veterano en el arte de conducir su rickshaw y que nos guió por las callejuelas de Agra el día de nuestra llegada. Luego nos regaló el mejor momento de toda la excursión. Por un camino poblado de árboles y monos que saltaban con sus crías a nuestro encuentro, nos condujo hasta la orilla del río Yamuna. Era practicamente de noche y la luna se reflejaba sobre el agua. Junto a nosotras el Taj Mahal resplandecía bajo la niebla y dejaba ver su inmensa presencia de mármol blanco. Podías tocarlo. Unos momentos únicos e inolvidables. Solamente nosotras, Papu y el pescador que llegaba y nos brindaba su barca para contemplar el mausoleo desde el agua. Aquel instante no tenía precio, no tenía tiempo. Era inmenso a la vez que inmortal, porque en nuestras cámaras y en nuestro recuerdo se había quedado grabado para siempre.
A la mañana siguiente el Taj Mahal  resurgía desde la niebla como un gigante con su gran gama de tonalidades. El interior estaba en penumbra, como siempre, y los visitantes bordeamos las tumbas que yacen en el él. Su artífice principal fue el arquitecto de Agra UstadÍsa. El jardín fue encargado a Ranmel, al más puro estilo árabe. Los responsables de la decoración en piedras duras eran originarios de Maltan  y Kanauj. Las caligrafías coránicas las realizó un calígrafo de Grandahar, Persia, y la inmensa cúpula de mármol Ismail Khan Rumi originario de Constantinopla. Sus obras comenzaron en 1632 al año de la muerte de Mumtaz Mahal, esposa de  Shan Jahan a quien está dedicado el mausoleo. El Premio Nobel Rabindranath Tagore dijo del Taj Mahal : "Una lágrima de mármol detenida en la mejilla del tiempo", la descripción más poética de la obra. 
Lal Quila, o Fuerte Rojo de Agra está situado al otro lado del río Yamuna y desde él se puede aprecial el Taj Mahal. Patrimonio de la Humanidad desde 1983, se encuentra al noroeste del Taj. En la puerta oeste del Fuerte Rojo se encuentra la mezquita de Agra que fué construida por Shah Jahen a petición de su hija predilecta. La tumba de Itimad-Ud-Daulah, en la orilla este del Yumana y rodeada de jardines, es uno de los mejores exponente del arte moghul. Un mausoleo de mármol blanco, réplica del Taj  (el bebé) y en menores dimensiones se levanta sobre una de las terrazas y fue construido por Nur Jahan, esposo de Jahagir en memoria de su padre. Una visita obliga a un hogar de la Madre Teresa de Calcuta. La alegría de esos niños nos contagia y nos conmueve; una labor digna de continuar. 
Fatehpur Sikri; Pratrimonio de la Humanidad desde 1.986 fue el proyecto más ambicioso del emperador Akbar, ciudad fortaleza con edificios particulares, administrativos, religiosos y construida en pocos años. Aun Akbar era analfabeto siempre se rodeo de sabios y estudiosos. Las construcción de esta ciudad  vino determinada por un encuentro que tuvo con un santo sufí Salim Chishti que ya residía en la localidad de Sikri. Después visitamos el Museo de Astrofísca, con su numerosos instrumentos de medición  para el estudio del universo.
Salimos de Agra temprano  y nos dirigimos a Delhi para tomar el vuelo con destino a Katmandú. El Himalaya se desplegaba a nuestros pies con toda su inmensidad y belleza. Picos coronados por la nieve  de sus montañas paralelas.  El plegamiento del Himalaya se originó por el encuentro de las placas tectónicas india y euroasiática hace 55 millones de años. Es un sistema montañoso reciente. Es el principal baluarte ofensivo de la India El Indo, el Ganges y el Brahnaputra forman una inmensa llanura fluvial de 650.0000 kilómetros al pie del Himalaya. El Indo es el más largo del país y nace en el Tibet. El Ganges nace en la región de Gahrwal y el Brahmputra también en el Tibet. Clima monzónico y vegetación abundante. Gran variedad de especies. Numerosos pueblos y ciudades salpican sus valles.
Fotos: Ana Valentin.

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