Somos animales domésticos dando vueltas en una jaula que hemos construido para nosotros mismos. Con sus reales, disfrutes, intolerables líderes políticos y sus gurús que explotan nuestra vanidad y la suya propia con gran delicadez o groseramente. Dentro de esa jaula podemos tener anarquía u orden, lo cual se convierte finalmente en desorden. "El ver es acción, el intervalo entre el ver y el actuar es una pérdida de energía".
En ningún lugar más que en el hora definimos nuestro destino. A través de nustrra exietencia logramos llegar a lo más simple, que es lo que amenudo más nos cuesta ver.
Mariposa, allí estabas posada sobre una hoja. Sin percibir nada a tu alrededor, sin saber que el mundo te observa. Con tus alas semiabiertas descansas feliz. Hace solamente una semanas que abandonaste el gusano que eras para volar libremente incorporándote a la naturaleza, exultante de colorido y sensibilidad. Te observo con cueriosa impaciencia, porque algo me dice, desde muy dentro, que permanezca así. Sin moverme y sin casi respirar. No quiero deformar ese enfoque maravilloso que me deja apreciar tu exacta belleza. El paisaje que descubro en cada una de tus alas es el cuadro más perfecto que jamás se haya hecho.. Cada tonalidad contiene tu dentidad propia y cada juego de luz es un mosaico de posibilidades para la mirada. Transportada en es halo de infinitud descubro tu cara, tus patas, tus antenas. La percepción directa de cada instante en tu vida y la mía donde nada está previsto. Ese instante de la nada donde todo es, porque el color de la mariposa era ella misma; la mariposa. Ana Valentín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario