Hoy la luz remoloneafrente a la venta abierta,
en el aire se desliza
el perfume de una flor,
que entre bostezos solloza
el gusto de aquel calor
de las mañanas de julio
cuando despertaba al sol.
Más aquella pincelada
remontando en el paisaje
cubre de bruma mi sombra
y es un gozo contemplarle,
a través de la ventana
con un suave modelaje,
inventa párpados al sueño
de un verano que deshace
todos mis juegos de luz
en dorado escaparate.
El paso se vuelve frío
cuando la mañana se abre,
pespunteando un jersey
que frente al viento se hace,
con el hilo de una estrella
que renuncia a aquel mensaje.
Todo se va recubriendo
de un misterio inalterable,
todo quedándose está
dormído como un romance,
de amor entre las montañas
sobre ríos, junto a mares,
bajo tejados pizarra,
en alféizares y parques. Ana Valentín.
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