La ciudad de Santa Cruz de Tenerife es un abanico de estampas que cambian ante nuestros ojos con la facilidad con la que se cambia del día a la noche. Desde el Mirador de los Campitos se nos muestra una ciudad abierta al mar en un mañana de agosto. Entre sus calles se respira el sabor a la historia y el calor de sus gentes. Un lugar para perderse una mañana de domingo o callejear por sus rincones en busca de la foto perfecta.Ana Valentín.
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