LLUVIA DE ABRIL

Incesante, vigorosa
de pausado caminar,
te escurres tras los cristales
como queriendo atrapar,
a ese brillo que del cielo,
alguna estrella fugaz
nos envía con anhelo.

Las calles y plazas se cubren
de tu fina trnsparecia,
y en algún café del barrio
se degusta con paciencia,
una taza de buen té
junto a armoniosa merienda,
en la que hacemos tertulias,
de nuestra humilde sapiencia.

Lluvia de abril que te expandes
frente a un sol que, revoltoso,
junto a la fuente que canta
a un mayo muy poderoso
de luces y de color,
de aromas y reencuentros,
un mayo que da el sabor
a millones de momentos.

Lluvia siempre serás
el agua que lava mi cara,
aunque solo abril
con tu risa encarcelada
porque detrás de tí está,
de la vida la mirada,
para cuando el verano llegue
te irás sin decirnos nada. Ana Valentín.