Garoé.
La sabina es un arbusto resinoso de hasta ocho metros de altura. hoja perenne y longevo. De profundas raíces, creciendo incluso en sustratos rocosos. El cuervo es el único ave que favorece su diseminación de forma que cuando ingiere sus frutos los mezcla con los jugos gástricos disolviendo la resina que contiene y garantizando una nueva germinación de sabinas. La isla del Hierro es su paraíso por excelencia, aunque también crece en zonas comprendidas entre los cien y los seiscientos cincuenta metros de latitud. Su madera de gran densidad y resistencia ha formado parte de la actividad doméstica desde tiempos lejanos.
Garoé, o tilo fue el árbol sagrado de los bimbaches, antiguos habitantes de la isla del Hierro, en Canarias, asi como uno de sus símbolos. Incluso el escudo del Hierro recoge un árbol con su copa rodeada de nubes del que caen gotas de agua. Debido a la situación geográfica del agua donde descargan los vientos alisios. el agua de las nubes se condensa en las ramas de los árboles, y se precipita al suelo en forma de lluvia horizontal. Este fenómeno se produce en todas las islas Canarias. Cuenta la historia que un gran laurel que aseguraba la vida de los bimbaches proporcionándoles el agua para sobrevivir. A el acudían con sus zurrones para cargar el agua. El árbol original cayó por culpa de una tormenta en 1.610. El monje español Abreu y Galindo relató haberlo visto con sus propios ojos. En el año 1.957 se colocó un tilo en el emplazamiento del garoé que fue creciendo con el paso del tiempo y actualmente se encuentra rodeado de musgo. Las nubes siguen chocando con las cumbres herreñas y en los días de niebla espesa se puede observar el fenómeno de la lluvia horizontal. El garoé ha quedado en la conciencia del herreño como el árbol sagrado capaz de proveer a la isla de agua y como símbolo de salvación ante el peligro. Ana Valentín.
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