lunes, 25 de enero de 2010
HAITÍ, UNA TIERRA SIN FUTURO.
Las dos caras para una misma población. Una tierra sin futuro que desde el terremoto carece también de presente. Pocas son las manos que hasta allí han llegado y muchas las bocas que incluso hoy lloran por su desgracia. Las prioridades existen y ésta es una de ellas. El mundo se ha volcado en ayudas, pero la mente camina más veloz que las circunstancias. ¿Es necesario tanto eco mundial, si al final todo se hará según las conveniencias de los más poderosos? Prefiero pensar que ésta vez me equivoco. Ana Valentín.
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