SOLSTICIO DE INVIERNO

Las luces pespunten el litoral de mi isla. Tras ellas se vislumbran vientos fríos del norte que, agazapados entre bufandas de color y guantes de lana esperanzada, tejen nuevas ilusiones. Allá a través de los mares las luminarias se ven en la distancia geográfica, pero su calor nos llega hasta el corazón. Lámparas de aceite que tras los cristales,hacen competencia con los distintos símbolos que la humanidad venera. Al fin y al cabo los sentimientos de las personas prevalecen y yo, desde Ucanca me río y me alegro por ello. Todo es cuestión de saber reconocer el verdadero coraje de ser uno mismo y desde ese apartado del alma, donde florecen a diario nuestros sueños se verán reflejadas, en las heridas blancas de la noche, todas esas esperanzas. Ana Valentín.