El tranvía recorre cada días sus empinadas calles. UN FADO PARA TU RECUERDO
El olor se escurre en tu mirada
las pisadas son el eco de mis pasos recorridos,
por la bohemia de tus calles se siente la brisa
tras los portales se encienden los latído,
buscando refugio en tu noche,
Lisboa de magia y retiro.
El Tajo te baña constante
ciñendo tu esbelta belleza,
cual novio celoso que aguarda
que nadie en tí se establezca.
Me sentí tan pequeña al contemplarte,
que la brisa de tu tarde de mí huía,
en mis ojos humo gris de tus ventanas
en mis labios fados tristes se intuían.
Como intrusa contemplé tu gran belleza
observé en tus faldas la bahía,
el Atlántico besaba tu gran cola
mientras cerca un fado triste ya se oía.
La nostalgia de tu noche se fundía
con el eco de tus calles que latían,
de los pasos que de mí fuistes robando
para siempre con tu dulce fantasía.
El sabor del vino aún hoy roza mis labios,
el latir de tus canciones me lastima,
desde el puente pude ver tus tristes ojos
cuando me alejé de ti; en aquel día. Ana Valentin.
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