
Una señora saluda a su familia desde el otro lado del Muro de la Vergüenza, Berlín.

Trozo del Muro que se conserva como homenaje a los millones de personas que murieron en él y a todos los estuvieron separados por el mismo. De una fotografía a otra han transcurrido veinte años. Hoy se recuerda aquella página de la historia como un atentado contra la dignidad de las personas, contra la libertad de credos y contra todo aquello que signifique la degradación del ser humano.
Ana Valentín.
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