Roque Idafe, Caldera de Taburiente, isla de la Palma.
Barrancos y senderos nos sorpenden.
Bajo el azul cielo nace el silencio de un paraíso natural.
La Palma desde lo alto. El Volcán Teneguía duerme.
Aire fresco que invita a descansar y a contemplar su paisaje.
La Caldera nos sorprende desde cualquier rincón.
La isla de la Palma es una forma de pecibir la naturaleza en sus más variadas formas. Fauna y flora se dan cita en cada sendero, en cada árbol, en cada trocito de cielo que intenta penetrar en esa maravilla.
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