EL ATLAS, UN NUEVO HORIZONTE

Oásis de aguas blancas y frescas.

El Atlas con las primeras nieves

Bajo la horizontalidad del cielo, se expande un continentecercao a nosotros y, por sus arenas subyace el recuerdo de tantas historias, reales o de ficción, que han ocupado gran partede nuestras vidas.

El Atlas, majestuoso a la vez que seductor traza un horizonte entre los pueblos, entre las gentes, y ya desde sus faldas se percibe el emblemático aroma de una tierra poderosa y castigada que intenta salir adelante. La ciudad de los hombres azules emerge a modo de símbolo, frente a las expectativas de otros continentes que ven en él un reclamo atrayente.

Tierra de inmensidad y espejismos. De sol, palmeras y miel. De aguas blancas y frescas yde noches frías, sugerentes y estrelladas. Mercaderes de amor, de especias y de riquezas incalculables y que reclaman ser arrancadas e la tierra, pero a su vez guardan con recelo y mimo esos tesoros en sus montañas.

El inmenso abrazo de la cordillera del Atlas se divisa desde muy lejo; se descubre desde el cielo, pero sobre todo se sinte cuando la luna se asoma tras de él imponiéndonos su magnificencia.