Desde mis primeros pasos hay una cita ineludible por estas fechas. Visitar el Belén de San Juan de Dios en Tenerife. Aunque sus cambios sean notables he de admitir que siempre me sorprende. Este año precisamente la música deja paso a una narración del misterio de Belén. Allí se dan cita las excursiones de toda la isla, los colegios y también los vecinos que coincidimos cada año en ese lugar. Dedicar una tarde a recorrer los distintos belenes de la isla es una manera distinta y cálida de llenar verificar cuanto hemos cambiado en todos estos años.
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