Jardín privado de Jerusalén. Rafael Barreto |
Bajo la noche de Jerusalén. Cuando comprendemos que nuestras percepciones y la filosofía actual son en realidad creencias adquiridas que nos determinan, no solo nuestra biología, sino también el mundo en el que vivimos adquiriremos también una visión personal que tal vez podía cambiar el mundo. No es lo que ignoramos lo que nos impide prosperar, lo que constituye nuestro mayor obstáculo, es lo que creemos que sabemos y luego resulta que no es así. Siempre el maestro aparece cuando el alumno está preparado.
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