Se suele decir que para conocer bien una ciudad hay que hacer una visita a su mercado. Eso nos dará la idea de como vive ese pueblo y de sus costumbres. No cabe la menor duda de que los alimentos frescos son sinónimo de buen comer y de salud y aquí tenemos una buena muestra de ello. Nos encontramos en un de los mercados principales de Jerusalén. Una ciudad de tierras fértiles donde el buen comer, la tradición y la sociabilidad de sus gentes son muestra de ello.
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