¿Cuántos paraisos hemos perdido a causa del crecimiento desmedido por la ambición humana?
La tala obsesiva de árboles o la destrucción de los ecosistemas nos ha hecho ver el fin de muchos bosques de ribera, en elcauzamiento de los ríos y campos convertidos en eriales.
Adaptamos todo a la tecnología pero eso no es la panacea del progreso
En pocas décadas las maquinarias pesadas han exterminado los últimos vestigios de brotes verdes. Se ha desfigurado el vergel que eran nuestros pueblos. Los paisajes de perfecta armonía casi no existen y mientras los poderes fácticos continúan destruyento. Estamos presenciando un desmantelamiento de lo público, el rescate de la banca y la dictadura de las finanzas.
Mucha gente pequeña en muchos lugares pequeños harán pequeñas cosas que trnsformarán el mundo. Es tiempo de reducir necesidades y volver a mirar a la tierra. Es hora de restaurar bosque y pueblos. La diversidad es la clave para recobrar la vida perdida. Necesitamos un cambio de pensamiento transformador.
Dejar que la hojarasca caída bajo el árbol sirva de alimento para miles de semillas.. Permitir que la noche extienda su manto sobre nosotros daremos la oportunidad a las luciérnagas para que brillen ante nuestras hojas y ver el cielo en toda su inmensidad. Ana Valentín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario