Ya estamos dentro del invierno y sin embargo las temperaturas parecen primaverales. El Teide se vistió de blanco solo unos días pero ahora reluce contra el cielo con su color característico. Mientras, las puestas de sol del norte de Tenerife siguen sorprendiéndonos con su mágica luz. Estos días de fiesta relucen con sus mañanas azules y sus tardes frías mientras nosotros esperamos el nuevo año con deseos e ilusión. Ya vendrán las nieves a las cumbres y el viento a las laderas. Mientras tanto disfrutemos de ese paisaje único.
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