La calma se va apoderando de playas y de puertos pero aún nos quedan días luminosos por vivir. Las tardes se hacen pequeñas y el azul mal va asentando su capa. Comienzan los meses de las calmas, las tardes de paseos tranquilos y las tertulias en el salón. Septiembre ya prepara su equinoccio de otoño frente a las adversidades de el tiempo, los momentos difíciles para la economía y la reconstrucción de esas nuevas esperanzas que baten sus alas al unísono de las gaviotas. Un cambio de vida es una buena receta. No habrás vivido un día perfecto aunque te hayas ganado el sueldo dignamente, si no has hecho algo por alguien que nunca será capaz de devolvértelo. No eres la charla que oyes dentro de tu cabeza, eres el ser que atestigua esa charla. Descubre, siente y huye de quienes te destruyen. Solo así podrás contar con las armas más poderosas y hacer tu vida más apacible y rica.
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