Cada año tengo una cita con el Belén de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Y cada año me sorprende enormemente cuando me acerco por unos minutos y contemplo ese amanecer y el ocaso con la aparición del ángel. Desde niña paso a verlo y admiro la labor de los hermanos en su quehacer diario con los pobres y los enfermos. Sé que hay muchos belenes por todo el mundo y cada uno de ellos esconde el misterio de su creador. Este año es singular para ese Belén ya que ha sido hecho por los alumnos de la escuela donde sus alumnos ( todos con deficiencias psíquicas) y de la mano de sus profesores y de los hermanos de la Orden han aprendido a confeccionar esta tradición que año tras año convoca a visitantes y amigos en un encuentro hospitalario y de fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario