Las figuras chinescas siempre han sido un reclamo por quienes gustan del teatro o de la animación. Pero si nos ponemos a pensar un poco veremos que estas siluetas que nos describen momentos y actuaciones son el reflejo de la vida misma. Nuestra existencia al igual que todo está compuesta de altos y de bajos, de luces y de sombras. Para adquirir conocimiento uno debe estudiar pero para adquirir sabiduría uno debe observar. Para lograr grandes cosas no solo debemos actuar, sino también soñar, no solo planear sino también creer. Y cuando nuestros sueños se han cumplido es cuando comprendemos la riqueza de nuestra imaginación y la pobreza de la realidad.
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