Tara, pequeña figura de terracota identificada con el culto a la fertilidad de los antiguos aborígenes de la isla de Gran Canaria. Su nombre proviene del poblado prehispánico de Tara en Telde. Perteneciente a la ideología guanche formada por un grupo de creencias de la religión precristiana del pueblo aborigen. En la cima del monte Garajonay, Gomera, encontramos uno de los lugares de culto.
LLAMARME GUANCHE
Llamarme guanche
hijo de los volcanes y lavas
LLAMARME GUANCHE
Llamarme guanche
hijo de los volcanes y lavas
Llevar la frente alta
Tener el corazón hecho de libertades
Llamarme guanche, nada más
Mi patria, un negro malpaís
mi flor; una retama.
Beber agua de una fuente
descansar bajo un pino
tener la mar que me separa
de todo aquello que no quiero
y que me mata.
Llamarme guanche
labra puntas de lanza
darle vueltas al barro
y que el gáñigo nazca.
Caminar sin caminos,
subir a la montaña
mirar entre las nubes
San Borondón lejana...
Tallar con la tabona
en una añepa larga.
En cada beñasmén
recoger de la tierra
yrichén, yayo. tano,
beber ahof de hera.
Dar gracias a Achamán,
Labrar una obsidiana
para mirar mi rostro
de hombre libre
cuando nace Magec, cada mañana.
Llamarme guanche
hijo
de volcanes
y de lava.
(Poema de Carlos Pinto Grote)
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