Ayer leía en la prensa que una pareja había sido condenada por el ladrido de sus perros. A veces me cuesta creer todo aquello que escucho o que leo. ¿En qué especímenes nos estamos volviendo los hombres al tratar de erradicar todo lo natural que existe a nuestro lado? Los animales de compañía han sido siempre el apoyo y la ilusión para quienes gustamos de tenerlos. Nada más alejado de la realidad que romper ese ciclo vital y del sonido que nos ofrecen las criaturas. Y leyendo dicha noticia se me venía a la mente la imagen de aquel perro que hemos visto todos en los anagramas de música. "La voz de su amo" His Master´s Voice (HMV) siglas de la marca de la industria musical que durante años dio nombre a la compañçia discográfica del Reino Unido. La imagen proviene de una pintura del artista inglés Francis Barraud. El perro había pertenecido a su familia (perdiguero) y se llamaba Nipper.
Un gran porcentaje de la población mundial posee un animal de compañía. Los efectos positivos de éstos son grandiosos para la salud humana. Hemos de reconocer que un animal no es un mueble de usar y de tirar. Tienen sentimientos y necesidades como los humanos. Librarse de ellos por cobardía, estorbo o malestar de sus amos es la principal y única razón de no poseerlos. Ser conscientes de ello no disminuye nuestro reales y fieles hacia el respeto de la propia naturaleza. Ana Valentín.
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