La amistad no tiene esquinas
donde poder guarecer
esos momentos oscuros
que todos podemos tener.
El amigo vuela alto
siempre está detrás de ti
sus pasos son silenciosos
y su huella has de sentir.
Escribe con letras de sal
las ofensas de tu amigo
sobre la quietud del agua
cuando tu estés confundido
porque en ella morirán
esos agravios oídos
que de boca del amigo
carecen de todo sentido.
Llega a ti como la sangre
sin ser avisado nunca
cuando te abrazas a él
es tu otra alma que junta
su corazón con el tuyo
sin hacerte una pregunta.
No hay perdón para el amigo
solo es "reconocer"
porque jamás te desea
lo que para ti no esté
y en la distancia lo siente
aunque no puedas ver.
Ana Valentín.
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