Dicen que allá en de los mares
una isla se perdió
y Dios que fue a rescatarla
el Hierro por nombre le dio.
Es pequeñita y coqueta
emana luz y alegría
y todo el que llega a ella
quiere volver otro día.
Verdes prados y azul mar
un contraste de colores,
sus frutos como majar
y de los peces sabores.
Como enorme fortaleza
miras constante al océano
divisando su grandeza.
Isla de gentes sencillas
recoleta y atrevida,
desde tus cumbres al viento
baja tu niebla escondida.
Desde Valverde a Restinga
vistes tu lindo paisaje,
Sabinosa cura el cuerpo
y es Frontera un estandarte.
El mítico garoé se alza
frente a nosotros , unánime,
nos lleva en su recuerdo
con su vida y su semblante.
El herreño canta y baila
lleva música en los pies
cuando llega la bajada
muestra todo su interés.
Desde el faro de la Orchilla
escucho al Hierro cantar
en sus playas, con sus gentes
con su voz me han de guiar.
En noches de luna llena
frente al sonido del mar,
el Hierro mira a su estrella
y se siente descansar.
Cando busquemos sosiego,
paz, dulzura y amistad,
en esa recóndita isla
un abrazo se nos dará.
Ana Valentín.
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