"Llegan los ruidos de la muerte cotidiana, México, Irak, Pakistán, Afganistán, Yemen, Somalia, me miro sin explicaciones, soy el asesino y el asesinado. Adiós, candor, los restos de la infancia están pálidos, no hay qué darles de comer. La belleza de un pájaro dormído me trae agonías y ruego al pájaro que duerma. Sin árboles de hermosura corpórea, sin largos días de mayo"
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