La tarde estaba apetecible y la puesta de sol asomaba por el horizonte. En el Mirador de la Paz en el Puerto de la Cruz, Tenerife, el gato dormía placenteramente y el perenquén curioso paseaba por la baranada de piedra. ¡Que ajenos estaban estos animalitos de que la cámara de Josefina iba a inmortalizarlos para siempre en las ANIMALADAS de este blog!
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